Recuerdo bien ese día como si hubiera sido ayer, así de literal, estábamos en un almuerzo en familia, cuando una de mis tías abuelas, me dijo con una voz entre seria y muy espantada, en un raro tono de voz en ella: "¿Haz visto que el niño tiene un dedo doblado?, no lo estira ni por que se lo jales o "sobes", recuerdo que solté de inmediato lo que estaba sirviendo de comida para mi hijo precisamente, y corrí a verle; No era una mentira, ni un rumor, era verdad, mi precioso hijo tenía su dedo meñique "deformado"... es día tras mirale, salí al mercado local con él, tratando de asimilar el por qué el nuevamente pero con el tiempo todos los temores van desapareciendo... inmediatamente lo hice ver con 4 o 5 doctores... me dijeron: No es peligroso, déjalo que crezca mas (el tenia 1 año de vida), así que hasta que tenga los 3+ años vida no lo llevare de nuevo a valoración, si vives esa "mini pesadilla" te diré los siguientes consejos, que aprendí cuando ni siquiera sabía que existiera esta condición:
El dedo o pulgar en gatillo ocurre cuando la polea que está en la base del dedo se torna demasiado gruesa y comprime al tendón, haciendo que a este le resulte difícil moverse con libertad a través de la polea. A veces el tendón desarrolla un nódulo (nudo) o inflamación en su vaina. Debido al aumento de resistencia al deslizamiento del tendón por la polea, es posible sentir dolor, golpeteo o una sensación de que hay algo trabado en el dedo o en el pulgar (véase la Figura 2). Cuando el tendón queda trabado, produce inflamación y más hinchazón. Esto causa un círculo vicioso de formación de gatillo, inflamación e hinchazón. A veces el dedo queda fijo o trancado y es difícil enderezarlo o flexionarlo.
¿Cuál es la causa?
No siempre están claras. Algunos dedos en gatillo se asocian con afecciones médicas tales como artritis reumatoide, gota y diabetes. El traumatismo local en la palma de la mano o en la base del dedo puede, en ocasiones, ser un factor causante, pero en la mayoría de los casos no hay una causa clara.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
TRATAMIENTO
Si las formas no quirúrgicas de tratamiento no alivian los síntomas, es posible que se recomiende una cirugía. Esta cirugía se realiza en un entorno ambulatorio, por lo general con una anestesia local sencilla. El objetivo de la cirugía es abrir la polea en la base del dedo para que el tendón se pueda deslizar con más libertad. El movimiento activo del dedo suele comenzar inmediatamente después de la cirugía. El uso normal de la mano por lo general se puede retomar una vez que sienta suficiente comodidad. Puede que algunos pacientes sientan dolor, molestias e inflamación alrededor del área de la cirugía por más tiempo que otros. Ocasionalmente es necesaria la terapia para volver a adquirir un mejor uso de la mano.